La Cooperativa
En 2006 se constituye esta cooperativa de mujeres artesanas con la finalidad de darle a las mujeres socias y sus familias un modo de subsistencia alternativo, además de proporcionarle a la mujer indígena, históricamente denostada y condenada a las labores del hogar y cuidado de los hijos, un papel preponderante y más participativo en el ámbito económico y social.
Se trataba de juntar y formar al mayor número de mujeres en la elaboración artesanal de cestería aprovechando los recursos naturales abundantes en la región, dándoles un uso sostenible y respetuoso con el medio ambiente. En esta zona de montaña, de pinares, la aguja del pino ya caída del árbol está por todas partes.
La cooperativa consigue juntar en sus inicios a 54 mujeres, que abrazan la oportunidad con gran entusiasmo, a pesar del recelo y desconfianza que generaba esta actividad para algunos de sus maridos.
A lo largo de los años, las mujeres fueron perfeccionando su técnica de producción de artesanías con acícula de pino (aguja) tan abundante en la zona, y junto a su alta creatividad, han logrado tener a día de hoy un catalogo de productos amplio y original, con piezas de cestería y complementos variados.